
Cuando se dice que una persona es emprendedora, no sé por qué, suele aparecer un aura blanca alrededor de su nombre con el sonido de un coro de voces de fondo, como si perteneciera a una élite de gente extraordinaria.
Pareciera ser provocado desde ambos lados, tanto desde el emprendedor que se hace llamar como tal, y los no-emprendedores-que-quieren-serlo que los miran desde abajo.
Lo mƔs gracioso de todo, es que encima de eso, dependiendo de quƩ tipo de emprendimiento uno inicie, se puede ser el genio mƔs innovador del planeta o el narcotraficante mƔs peligroso de la historia.
ĀæTe pica lo que estoy diciendo?Ā Ā
Ā SegĆŗn la RAE, el tĆ©rmino EMPRENDER significa āAcometer y comenzar una obra, un negocio, un empeƱo, especialmente si encierran dificultad o peligro.ā
Consecuentemente, NEGOCIO significa āOcupación, quehacer o trabajoā.
 Paren la música, señoras y señores, a mi nadie me dijo que yo fui emprendedora diez años atrÔs, cuando me fui hasta el barrio de Once a comprar bijouterie por mayor para revenderlo a los asistentes de un retiro espiritual para pagar parte del costo de colaborar con la decoración del lugar.
En realidad Ć©ramos dos, mi prima y yo. Nos habĆan encargado la tarea de decorar el predio, y no tuvimos mejor idea que hacerlo con elementos no tradicionales, como glitter, adornos de acrĆlico, 100 mts de tul turquesa, y unas cuantas cosas mĆ”s, que representaban la temĆ”tica del retiro que era algo como ābrillĆ” con luz propiaā, o algo por el estilo.
Tranquilamente podrĆamos haber decorado todo con papel y garabatos, pero no, quisimos darle rienda suelta. Ahora bien, el costo obviamente era veinte veces mayor.
 Aprovechando que en los retiros siempre se jugaba al amigo invisible, pensamos ¿por qué no llevar bijou para vender y ayudar también en esa ocasión, y de paso pagar el costo extra de la decoración?
Dicho y hecho, viajamos al Once con las billeteras y los celulares metidos en los corpiƱos – hey, somos asiĆ”ticas, tenemos mucho espacio libre ahĆ dentro – y compramos lo mĆ”s revendible.
Ā Llegada la fecha, decoramos, vendimos y recuperamos los costos. Hicimos lo que tenĆamos que hacer y colorĆn colorado.Ā Ā
¿Qué quiero decirte con mi historia?
Resulta que nadie nos felicitó por emprender. Es mĆ”s, recuerdo que mi madre tenĆa miedo de que nos tildaran como āratasā – o tacaƱas – por no donar todo el costo de la decoración.
En ningĆŗn momento esperamos el reconocimiento ajeno, pero que emprendimos, emprendimos.
De hecho, en el momento no lo vimos. Varios años después, recordé esa situación y me sorprendà de la naturalidad con la que procedimos siendo tan chiquitas.
 Lo que quiero decirte con todo este relato, my friend, es que vos seguramente tenés patrones de emprendedor y no los estÔs reconociendo..
En primer lugar, si estĆ”s leyendo este artĆculo es porque tenĆ©s el instinto.
Segundo, si hablamos de instinto, estamos hablando de algo natural, de algo heredado. No es nada mƔgico.
Si vivĆs en Argentina, te apuesto lo que quieras a que tus bisabuelos o abuelos son emprendedores.
Casi todos los inmigrantes que llegaron a este paĆs en bĆŗsqueda de una tierra fĆ©rtil, llegaron sin nada. A lo sumo, llegaron con una valija y varios hijitos, como el caso de mis bisabuelos.
Ahora, te pregunto.. ¿Cómo lograron progresar en medio de tanta dificultad?
Empiezan a sonar las trompetas.
Ā Para despertar tu instinto emprendedor te propongo dos cosas:
Ā #1 RecordĆ” todas aquellas situaciones en las cuales tuviste que trabajar para superar una dificultad y que saliste ganando. Escribilas en papel y subrayĆ” cada una de las acciones te ayudaron a salir victorioso.
Sacale una foto o escanealo y enviale el texto a Gaba Grafóloga, para que te haga un anÔlisis mÔs profundo de tu personalidad.
Ā #2Ā Suponiendo que tus bisabuelos o abuelos ya no estĆ”n, cerrĆ” los ojos y tratĆ” de imaginartelos sentados enfrente tuyo, contandote cómo lograron emprender desde la nada. Preguntales todo lo que se te ocurra y que te contesten. Este mĆ©todo suena medio extraƱo, pero es el que usaba Napoleon Hill en su famosa teorĆa de la mesa redonda y los consejeros invisibles.
Si estÔn vivos, invitalos a tomar un café y que te cuenten todo. Hasta los detalles mÔs escabrosos. VerÔs cuÔntas cosas tenés en común con ellos.
 #3 EXTRA: Yo sé que dije dos, pero bueno, no me culpes, esto también te va a servir. TomÔ una acción HOY que te haga avanzar en tu proyecto o emprendimiento. Una sola. Cuanto mÔs riesgosa, mejor.
AdemƔs de poder detectar y apropiarte de tus habilidades emprendedoras naturales, tu instinto se despertarƔ, cada vez que te enfrentes a un riesgo.
Si no me creĆ©s, comprobalo y despuĆ©s me decĆs.
Emprender es mÔs sencillo de lo que creés. Todo aquel que puede superar una barrera con el fin de lograr su propósito, estÔ emprendiendo.
No creas que para ser emprendedor debĆ©s ser reconocido como tal. Simplemente enfocate en tu objetivo, en usar todas las herramientas que tengas a tu alcance y el dĆa de maƱana, quiĆ©n sabe, tus nietos te recordarĆ”n como ese abuelo tenaz que logró lo que querĆa.
TenƩs el instinto y lo sabƩs.
En resumen, para despertar tu instinto emprendedor, hacƩ esto:
ā RecordĆ” y escribĆ en papel, todas y cada una de las situaciones en las cuales trabajaste duro y saliste ganando. Sacale una foto y enviĆ”sela a GabaĀ
Ā ā ConversĆ” con tus abuelos, vivos o no, y que te cuenten cómo lograron emprender en las peores situaciones.
No dejes de tomar acción por tus sueños.
Espero haber sido de ayuda con este artĆculo.
Te mando un super abrazo,
Gaby Higa.Ā
http://gabriela-h.com
hola@gabriela-h.com
Referencias del artĆculo:
Napoleon Hill, tƩcnica de consejeros invisibles en la mesa redonda: http://conocimiento.articlesask.com/2spirituality/2spiritualguides/1002180081.html
Emprender pareciera difĆcil; pero no lo es. Todo es cuestión de decisión, proyección y organización.