
Hace un tiempo, atendĆ una clienta que querĆa chequear mediante el anĆ”lisis grafologico, algunas cuestiones con su personalidad que no le cerraban.
Le preguntĆ© si podĆa compartir la experiencia mediante la reserva de su identidad, y aceptó porque sabe Ā que no es la Ćŗnica que vivencia algo asĆ.
En la consulta exploramos también su Ôrbol genealógico en busca de datos que nos aportaran cierta luz a lo que estÔbamos buscando.
Me comenta que tiene ataques repentinos de ansiedad y angustia (conoce los nombres porque fuƩ diagnosticada y medicada hace muchos aƱos atrƔs).
Pero sobre todo, se da cuenta que no puede disfrutar de las cosas buenas. Cuando tiene un nuevo proyecto lo abandona o «le suceden» cosas que impiden tener éxito en lo que emprende.
Tuvo socias que la estafaron, perdió mucho dinero y energĆa, se distrajo con cosas improductivas.
Sabe que hay algo que debe hacer respecto a todo esto.
Helena Hablando de su esposo me decĆa lo siguiente:
Ā«Me enojaba cualquier cosa que hiciera o dijera, me generaba rechazo. No era Ć©l.Ā
Era la proyección de un amor absolutamente honesto y genuino, al que yo le buscaba la quinta pata o Ā«algoĀ» que me diera la pauta que no me convenĆa. AsĆ, una vez mas, se cumplĆa esa profecĆa de autocumplimiento que me decĆa que ya nadie me iba a querer. Y que yo no sabĆa querer, que a los hombres les hacĆa daƱo, que era incapaz de llevar adelante un proyecto adulto.
Ā Entonces me detuve a escuchar esas voces, como si fueran personas que vinieran a hablarme y las mirĆ© a la cara.Ā
Cada vez que estoy siendo feliz una parte de mi busca la forma de arruinarla.Ā
EntendĆ despues de mucho trabajo que ese estado de frustración me emparenta con mi gente. Porque mi madre es divorciada, mis hermanas separadas, mis tĆas han tenido relaciones tormentosas, y puedo seguir para arriba con abuelas que no tomaron la decisión de separarse-porque era difĆcil hacerlo-pero se llevaban mal, eran infelices.
Cuando estoy pasandola bien no lo digo en voz alta, no sea cosa que me envidien y se me corte.Ā
Ā Pero un dĆa entendĆ que pensar asĆĀ es no hacerse cargo de tu propia vida, si se meĀ Ā«cortaĀ» la felicidad es porque: 1- No debe ser eterna. 2-Algo hice para dejar de disfrutar. 3-Me sucedió un hecho fortuito como a todo el mundoĀ».
Ā En el Ć”rbol de Helena encontramos que las mujeres estaban en una dinĆ”mica de fracasos de pareja y personales, que llevaban a teƱir varias Ć”reas de sus vidas.Ā
Ella pudo observar que esta compulsión a la repetición respecto al fracaso era adquirido, por tanto podĆa comenzar un des-aprendizaje sobre esa forma de vincularse.Ā
También exploró la creencia de «dejar de pertencer» a su gente, conversamos sobre las lealtades familiares y cómo influyen en nuestras formas de habitar en el mundo.
Hay muchos casos como Helena, algunas veces la incapacidad para abrazar un «proyecto adulto» en palabras de ella, viene de no revisar estos patrones aprendidos. Viene de ignorar que se puede trabajar y diseñar una historia diferente. Partiendo de la propia historia.
Si esta historia te gustó puedes compartirla, y si quieres compartirme la tuya espero tu mail.
Gracias,
Gaba